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FARE TRADE FOOD

COMERCIO JUSTO

El Comercio justo (también denominado comercio equitable, comercio equitativo, o comercio alternativo) es una forma alternativa de comercio promovida por varias organizaciones no gubernamentales, por Naciones Unidas y por movimientos sociales y políticos, que promueven una relación comercial justa entre productores y consumidores.

 

El sello Fair Trade Certified™ significa que su producto fue cultivado, cosechado o fabricado con cuidado por agricultores y trabajadores de acuerdo con rigurosos estándares sociales, ambientales y económicos. Para ayudarte a hacer una diferencia con tu dinero, hacemos que sea lo más fácil posible encontrar el sello en los productos mientras haces tus compras.


Los principios que defiende el Comercio Justo son:

  • Los productores forman parte de cooperativas u organizaciones y funcionan democráticamente.

  • No a la explotación infantil.

  • Igualdad entre hombres y mujeres.

  • Se trabaja con dignidad respetando los derechos humanos.

  • El precio que se paga a los productores permite condiciones de vida dignas.

  • Los compradores generalmente pagan por adelantado para evitar que los productores busquen otras formas de financiarse.

  • Se valora la calidad y la producción ecológica.

  • Respeto al medio ambiente.

  • Se busca la manera de evitar intermediarios entre productores y consumidores.

  • Se informa a los consumidores acerca del origen del producto.

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En la agricultura orgánica no se utilizan insecticidas, herbicidas ni fertilizantes químicos, ni aguas negras para su riego ni el uso de organismos genéticamente modificados.

 

En México, son los pequeños productores -representados por campesinos y grupos indígenas- quienes a la fecha cultivan 84 por ciento de la superficie orgánica, en contraste con los grandes productores que cultivan 16 por ciento.  Los principales estados productores de orgánicos son Chiapas, Oaxaca, Michoacán, Chihuahua y Guerrero, toda vez que ocupan 82.8 por ciento de la superficie orgánica total, siendo los dos primeros los productores de 70 por ciento.

 

Entre los productos orgánicos que México exporta están granos como café, maíz, frijol, soya y ajonjolí, además de hortalizas como tomate, chile, calabaza, nopal y hierbas de olor, así como frutas tropicales como mango, naranja, plátano, papaya, melón y piña.

Curiosidades

En 1964, comienza el sistema de Comercio Justo, (FT por sus siglas en inglés: Fair Trade), con la conferencia de la UNCTAD: Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Allí, algunos grupos plantearon suplantar la ayuda económica hacia los países pobres por un régimen de apertura comercial de los mercados de alto poder adquisitivo. Sólo unos pocos grupos de habitantes de los países desarrollados promovieron la creación de tiendas "UNCTAD", que comercializarían productos del llamado Tercer Mundo en Europa, evitando las barreras arancelarias de entrada. A partir de ese momento, se inició una cadena de tiendas "Solidarias", en Paises Bajos y luego Alemania, Suiza, Austria, Francia, Suecia, Gran Bretaña y Bélgica.

En 1967, además, la organización católica SOS Wereldhandel, de los Países Bajos, comenzó a importar productos artesanales desde países subdesarrollados, con un sistema de ventas por catálogo. La formación de la red de tiendas Solidarias le otorgó a la SOS Wereldhandel un canal de comercialización estable. Las tiendas Solidarias gozaron de éxito de ventas, donde las sucursales se transformaron en organizaciones autónomas importando productos en forma directa.

En 1973, entró en este sistema de comercio el primer producto alimentario importante: el café FT, producido por cooperativas guatemaltecas bajo la marca común Indio Solidarity Coffee. El café FT constituye un hito importante, dando un gran impulso al crecimiento del sistema.

En los años 1980, las transacciones y su frecuencia permitieron que muchos productores encarasen la mejora de la calidad y el diseño de productos, apoyados en una red que les permitía ingresar a los mercados más importantes. La lista de productos involucrados creció con la incorporación de mezclas de café, té, miel, azúcar, cacao, nueces. Las artesanías crecieron en cantidad y calidad, con técnicas de marketing.

En 2006, hay organizaciones de comercio justo en Europa, Canadá, Estados Unidos, Japón; con ventas por más de 3.000 tiendas solidarias, por catálogos, por representantes, por grupos. También es considerable la participación en la red de las diferentes organizaciones religiosas. La aparición de los Sellos identificatorios ha dado un gran impulso al sistema. La primera marca de calidad comercio justo fue en Holanda en 1988. A partir de ese ejemplo, surgieron varias iniciativas de "Etiquetado Justo". En 1997, varias de ellas se organizaron formando la Fairtrade Labelling Organizations International —Organización Internacional de Etiquetado Justo— (FLO). El miembro español de la FLO es Fairtrade España, anteriormente conocido como Asociación del Sello de Productos de Comercio Justo.

Dónde encontrar productos de Comercio Justo

Transparencia o etiquetas limpias

“La etiqueta es la principal forma de comunicación con el consumidor”.

¿Cuál es la razón principal del uso de estas etiquetas?

 

El consumidor está prestando atención a los alimentos que compra y consume, y esto se traduce en que está leyendo las etiquetas y los ingredientes que componen el alimento, está en la búsqueda de alimentos que los hagan sentir confiados, buscan transparencia.

 

Un estudio hecho por INGREDION*, reveló como un 74% de los consumidores consideran que la lista de ingredientes es importante y un 81% manifestaron que ingredientes reconocibles o familiares son muy importantes. Además más de 50% de los entrevistados expresaron que declaraciones asociadas a lo “natural” o la ausencia de aditivos químicos influyen la decisión de compra.

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¿Qué debe hacer la industria?

 

Deben analizar qué desean comunicar y qué cambios deben hacer en sus productos, reemplazar ingredientes como sabores o colores artificiales por naturales, reemplazar o eliminar aditivos químicos, “limpiar” las etiquetas de información que no agrega valor o reducir el número de ingredientes utilizados sin que se afecte el sabor, la textura, la vida útil y los beneficios nutricionales.

¿Qué implica a la industria tener etiquetas limpias en los productos?

 

Posicionar productos bajo este concepto implica un trabajo adicional, pero no imposible, posicionar conceptos como “simple” o “real” y el uso de nuevas declaraciones que agreguen valor y acerquen el alimento a lo que está buscando el consumidor producirá resultados exitosos.

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Alimentos basados en ciencia

¿Cuál es el papel de la ciencia en tu comida? Es mayor de lo que te imaginas.

 

Gracias a la ciencia hay más avances médicos que permiten que la gente viva más años y con mejor calidad de vida. Tan buenas noticias traen consecuencias y una de ellas es una población mundial creciente que demanda alimentos, cuya producción ha tratado de ir a la par gracias también a la investigación científica.

 

¿Qué ha hecho y hace la ciencia por la industria de los alimentos?

 

El espectro es amplísimo. Por un lado, hay un trabajo biogenético con las semillas para mejorarlas, hacerlas más resistentes y conseguir que produzcan más en el mismo espacio de cultivo, a fin de alcanzar la meta de incrementar en un 60 por ciento la producción de alimentos para el 2050.

 

Esto es importante porque las semillas –como señala la FAO- son la base del sustento humano al representar las plantas más del 80 por ciento de su dieta y nutrición. Además, son las depositarias del potencial genético de las especies agrícolas y sus variedades, que resultan de la mejora continua y de la selección a través del tiempo.

 

La producción de semillas de calidad requiere años de investigación, desarrollo e inversión, por la alta tecnología que se necesita para contar con los controles que aseguren la pureza genética y la calidad de los atributos fisiológicos, como la germinación. También se requiere de un adecuado manejo después de la cosecha, clasificación, tratamiento y almacenamiento que asegure su calidad.

 

En la medida en que haya mejora en el suministro de semillas y materiales de siembra de alta calidad, se garantiza una mejor producción agrícola que al mismo tiempo satisfaga los crecientes desafíos ambientales. El reto es grande porque de estas mejoras depende la seguridad alimentaria.

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Suelos fértiles

La ciencia también ha contribuido en la supervisión y control de los suelos, toda vez que los terrenos cultivados gastan lentamente sus nutrientes y están más expuestos a la erosión, la cual se intensifica en terrenos en pendiente y no protegidos por cortinas rompevientos formadas por árboles y arbustos. 

 

La investigación se ha centrado en recuperar la fertilidad de estas tierras de cultivo, para que cuenten con los nutrientes necesarios que eviten el desgaste o incluso que éste pueda revertirse.

 

Esto se puede hacer, por ejemplo, cambiando un cultivo por otro o intercalando distintas plantas (como árboles, plantas de ornato o florales) en algunos espacios de cultivo. Aunque suena sencillo, se desarrolló mucha tecnología para entender cómo debían cuidarse, alimentarse los suelos y rotarse los cultivos.

 

Resistencia genética a las plagas

La ciencia aparece, además, en el control de plagas. A nivel mundial, las plagas cuestan miles de millones de dólares anuales por pérdidas de producción agrícolas, y roedores e insectos destruyen por lo menos el 10 por ciento de las cosechas almacenadas, de acuerdo con datos de la FAO.

 

Para combatirlas se han utilizado plaguicidas y sistemas biológicos de control, pero ambos métodos pueden ser costosos. Por ello los científicos han creado nuevas variedades de plantas utilizando a menudo genes de variedades silvestres con resistencia a las enfermedades. Por ejemplo, los genes silvestres se han utilizado para proteger las plantaciones cafetaleras de Brasil y una variedad silvestre de maíz mexicano proporciona resistencia contra siete enfermedades importantes.

 

En la medida en que los especialistas en mejoramiento genético renueven con regularidad la resistencia genética de las plantas a las plagas y se haga un manejo integrado de las mismas, con rotación de cultivos y cultivos mixtos, el rendimiento de los cultivos estará más cerca de garantizar la meta de producción para el 2050.

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